Ecuador sufre una grave crisis energética con apagones en varias zonas, entre ellas las ciudades de Quito y Guayaquil.
Este miércoles la oficina del presidente Daniel Noboa anunció varias medidas de choque para hacer frente a esta situación, causada en parte por la sequía que afecta a los embalses del país.
Según informó el gobierno en un comunicado, se decretó “la suspensión de la jornada laboral los días jueves 18 y viernes 19 de abril”.
Y agregó que en estos dos días “los sectores estratégicos del gobierno estarán operativos y enfocados al 100% en la tarea de la resolución de la crisis energética”.
El comunicado recoge que durante la suspensión de la jornada laboral se llevarán a cabo operaciones de mantenimiento en las plantas eléctricas del país, lo que conllevará “el racionamiento energético en horarios determinados inamovibles”.
El gobierno no ha dado más detalles sobre los apagones que se programarán en los próximos días.
También anunció que cubrirá el 50% de la factura eléctrica de los hogares en el mes de abril.
Situación crítica
Estas medidas llegan en un momento crítico en Ecuador, cuya producción eléctrica se ha visto desbordada por la demanda, lo que ha causado apagones de varias horas esta semana en diversas localidades.
Además de la sequía que afecta a la generación hidroeléctrica, el país ha perdido el suministro que le llegaba de Colombia, que también atraviesa una situación difícil y ha suspendido la exportación de corriente a su vecino.
La crisis energética de Ecuador “sobrepasa récords históricos”, dijo la oficina de Noboa.
Esta destacó la precaria situación de los embalses de Mazar y Paute, en la cordillera de los Andes, cuyo nivel de almacenamiento operativo es del 0% y del 4% respectivamente.
Mientras, la central hidroeléctrica de Coca Codo Sinclair -que es la que más energía aporta al país con 1,500 megavatios- “registró un déficit del 40% respecto al promedio histórico”.
Acusaciones de corrupción
Presidencia también señaló en su comunicado a quienes considera culpables de la crítica situación que vive Ecuador en el plano energético.
Acusó a funcionarios del Ministerio de Energía y Minas de haber ocultado información sobre la crisis eléctrica del país, y específicamente nombró a la exministra Andrea Arrobo.
Arrobo ocupó el cargo desde el pasado noviembre hasta este martes 16 de abril, cuando renunció a petición de Noboa en plena situación de emergencia eléctrica.
“Una investigación preliminar dio indicios de que funcionarios de alto nivel, incluida la exministra Andrea Arrobo, ocultaron intencionalmente información crucial para el funcionamiento del sistema energético nacional”, expuso la oficina presidencial en el comunicado del miércoles.
E indicó que ha presentado a la Fiscalía “una denuncia por paralización del servicio público contra 22 saboteadores que buscaron hacer daño a todos los ecuatorianos, afectando su desarrollo y productividad”.
“Estas primeras investigaciones indican que se suprimieron y deshicieron advertencias y alertas al Comité de Crisis Energética, con el propósito de que esta grave situación no sea conocida para la toma de decisiones oportunas”, sentencia el comunicado.
El texto, en el que el gobierno promete “defender a la ciudadanía de las pretensiones del crimen organizado”, no especifica más detalles sobre las supuestas irregularidades cometidas.
Cuando Noboa pidió este martes la renuncia de la ministra, ya aludió a supuesto sabotaje, aunque sin mencionar nombres específicos.
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