El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo pública la reducción en el suministro de proyectiles de artillería a Ucrania, diciendo a los periodistas que las entregas de municiones “realmente se han ralentizado”.
Los proyectiles de artillería de 155 mm son posiblemente la munición más importante para Ucrania en su guerra con Rusia. Ucrania siempre ha sido superada por la superior potencia de fuego de artillería de Rusia; sin embargo, este desequilibrio, que es clave en el campo de batalla, empeorará.
Según estimaciones, Rusia produce actualmente alrededor de un millón de proyectiles de artillería al día.
Las empresas armamentísticas estadounidenses están aumentando la producción. Sin embargo, según The Economist, la producción estadounidense de proyectiles de 155 mm en 2025 “probablemente será menor que la de Rusia en 2024”. Los esfuerzos europeos para tratar de abordar el problema también parecen ser insuficientes.
El Ministro de Defensa alemán advirtió a principios de esta semana que la Unión Europea no cumpliría su promesa de proporcionar un millón de balas a Ucrania para marzo de 2024.
Cualquier reducción adicional de los suministros de municiones a las fuerzas ucranianas limitaría la capacidad de las tropas ucranianas para montar operaciones ofensivas y aumentaría la presión en áreas de la línea del frente donde Rusia está a la ofensiva.
Los funcionarios occidentales también admitieron el jueves que estaban “preocupados” por el suministro de municiones de artillería a Ucrania. Los funcionarios afirmaron que “siempre habían estado preocupados”, pero se trataba de un cambio de tono sobre el tema, en comparación con sesiones informativas anteriores.
El presidente Zelenski dijo que “los almacenes están vacíos” en las naciones aliadas que han estado suministrando proyectiles a Ucrania.
La guerra de Israel en Gaza y las tensiones en su frontera norte con el Líbano también han ejercido presión sobre las existencias estadounidenses, con algunos suministros de proyectiles de artillería, que fueron destinados a Ucrania en las últimas semanas, siendo desviados a Israel.
En referencia a la creciente presión sobre la producción y el suministro de municiones, Zelenski dijo que “todos están luchando” por las reservas.
Es cierto que, durante meses, los funcionarios ucranianos han advertido repetidamente que su capacidad para disparar proyectiles de artillería siempre ha sido muy inferior a la de su enemigo ruso.
Y a medida que la guerra se ha prolongado, el suministro de proyectiles de 155 mm a Ucrania inevitablemente se ha visto sometido a una mayor presión, y Estados Unidos ha pedido ayuda a otros aliados, en particular a Corea del Sur.
Sin embargo, la advertencia de Zelenski se produce en medio de la disputa en el Congreso sobre la continuación de la financiación de la guerra en Ucrania.
Si la Administración Biden no puede mantener el flujo de ayuda militar a Ucrania, la situación podría empeorar mucho.
A decir de analistas, en agosto, cuando la administración del presidente Joe Biden propuso enviar ayuda adicional a Ucrania por valor de unos 24,000 millones de dólares, parecía que el Congreso lo aprobaría rápidamente, pero no pasó.
Un grupo minoritario de republicanos de extrema derecha entorpeció la ayuda en la Cámara de Representantes, al vincular su aprobación a un aumento en la financiación de la seguridad de la frontera sur de Estados Unidos.
Sin embargo, lo que movió el tablero fue que días después Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel el 7 de octubre, convirtiéndose en un conflicto que ha desviado la atención del mundo sobre Ucrania. Los eventos coinciden con una disminución del interés de los políticos por respaldar a Kiev.
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