Arni se unió al ejército ucraniano para luchar por su país en 2022.
Cuando nos encontramos con él, 30 meses después, asegura que ahora lo mueve una nueva razón: “La paz”.
“A nadie le gusta la guerra, queremos terminarla”, dice mientras se recuesta en su camioneta camuflada. “Todas las guerras terminan con negociaciones. No son los soldados en las trincheras quienes deciden cuándo”.
Para las tropas que encontramos cerca de la frontera con Rusia, existe el deseo de poner fin a la invasión rusa en términos aceptables. Eso no quiere decir que la sobrevivencia no sea un factor fundamental, lo es, pero parecen estar esforzándose por llegar a la meta.
“Por Ucrania, nuestro pueblo, resistiremos hasta el final”, añade Arni.
Hasta el 6 de agosto, el único objetivo de Ucrania era la liberación. El rechazo total de las fuerzas rusas a sus fronteras desde antes de que Rusia invadiera por primera vez en 2014.
Aunque a un ritmo vertiginoso, durante el último año y medio ha estado sucediendo lo contrario: Moscú está erosionando el territorio ucraniano.
Luego vino la jugada de póquer “all in”, que sorprendió a todos, excepto a los curtidos soldados ucranianos que la llevaron a cabo: una contraofensiva en la región rusa de Kursk.
“Fue innegablemente exitoso y audaz”, señala Serhii Kuzan, presidente del grupo de investigación Centro de Cooperación y Seguridad de Ucrania.
Ahora Kyiv no cesa en hacer referencia a su ofensiva, con innumerables fotografías de tropas entregando ayuda mientras derriban banderas rusas.
“También cambia la narrativa”, afirma Alina Frolova, experta en seguridad y exviceministra de Defensa de Ucrania. “Una situación en la que estamos perdiendo territorio paso a paso no es buena”.
“La posición estratégica de Ucrania ha cambiado”, añade.
A pesar de los paralelos con la invasión inicial de Rusia, Kyiv afirma que su objetivo no es ocupar. ¿Cuál es entonces su propósito? Hay más de uno.
Acortar la ventaja rusa
“Este ataque se llevó a cabo en parte para proteger mejor la ciudad de Sumy”, explica Serhii Kuzan, quien cree que a menudo se olvida que la frontera sigue siendo una línea de frente.
Desde principios de este verano, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmó que ha habido más de 2,000 ataques en la región de Sumy sólo desde la región de Kursk, incluidas 250 bombas planeadoras.
Durante meses se temió que las tropas rusas se estuvieran preparando para un ataque transfronterizo, y al hacerlas retroceder, Serhii cree que defender Ucrania en general será más fácil.
“La ciudad rusa [ahora capturada] de Sudzha se encuentra en una altura imponente. Los rusos ya están en una posición menos ventajosa porque controlamos las rutas de acceso”.
Si bien Rusia ha tenido que reaccionar ante Ucrania en el campo de batalla, también ha atacado sus líneas de suministro. Se han tomado carreteras clave y se ha destruido un puente de importancia estratégica.
El redespliegue de las fuerzas rusas
“El objetivo principal de esta ofensiva contra Kursk es desviar la atención de Rusia de sus territorios ocupados en Ucrania”, indica Ivan Stupak, quien trabajó para el servicio de seguridad de Ucrania (SBU) entre 2004 y 2015.
La buena noticia para Ucrania es que eso es lo que parece estar sucediendo. La mala es que los avances rusos, especialmente hacia la ciudad de Pokrovsk, no se están desacelerando.
“El ejército ruso ha estado desplegando algunas tropas desde diferentes direcciones: las regiones de Jersón, Járvik y Donetsk, por ejemplo”, dice Ivan. Según él, alrededor de 10.000 personas están siendo desviadas, en su mayoría de otras partes de Rusia.
“El fondo de intercambio”
Zelensky describe la colección de soldados rusos capturados en Ucrania como “fondo de intercambio”.
Históricamente, cuando Ucrania logra capturar a más soldados, negocia más fácilmente la liberación de los suyos.
La ofensiva de Kursk no ha sido una excepción. Kyiv dice que cientos de soldados rusos cayeron prisioneros. En imágenes de drones se ha visto a varios cuando se rinden y son llevados de regreso a Ucrania con los ojos vendados.
“De hecho, Moscú ofrece iniciar negociaciones para el intercambio de prisioneros de guerra”, afirma Serhii Kuzan.
“Ya no somos nosotros los que conseguimos el apoyo de Qatar y Emiratos Árabes Unidos para pedirle a Rusia que entregue a nuestros prisioneros de guerra”.
Presión
La presión es uno de los principales objetivos de Kyiv.
Entre los civiles de la región de Kursk se vivió el horror y la ira que sintieron en respuesta al violento ataque ucraniano contra sus hogares.
Hubo evacuaciones masivas, peticiones de ayuda y críticas a algunas autoridades por no impedir el ataque.
A nivel político, el presidente ruso, Vladimir Putin, gestionó públicamente los acontecimientos en Moscú mientras sus jefes de seguridad le informaban.
Y, por supuesto, está el nivel militar.
“La influencia de esta incursión ucraniana podría ser muy importante”, concluye Alina Frolova. “Es por eso que utilizar tropas altamente profesionales fue la decisión correcta”.
Futuras fichas de negociación
Si Ucrania no planea mantener el territorio ruso capturado a largo plazo, pero puede aguantar el tiempo suficiente, espera aprovecharlo para liberar su propio territorio.
Pero eso depende de si puede. A Rusia, con su tamaño superior, siempre le ha convenido que los combates disminuyan. Mientras que los cambios de dirección y los ataques sorpresa a menudo han funcionado para Ucrania.
“En una guerra simétrica no tenemos ninguna posibilidad con Rusia”, señala Alina Frovola. “Necesitamos hacer acciones asimétricas”.
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