Travis King, el soldado del ejército estadounidense que cruzó corriendo la frontera de Corea del Sur a Corea del Norte el año pasado, se declaró culpable el viernes en una audiencia general del tribunal marcial en Fort Bliss, Texas.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad, King se declaró culpable de cinco cargos bajo el Código Uniforme de Justicia Militar (UCMJ), incluida la deserción, y el juez presidente aceptó la solicitud del gobierno de desestimar los nueve cargos restantes.
Después de aceptar el acuerdo de culpabilidad, el juez condenó a King a un año de reclusión, sin embargo, debido al tiempo que ya ha cumplido en prisión preventiva y al crédito por su buena conducta, King está libre.
“Travis explicó sus acciones, respondió las preguntas del juez sobre su decisión de declararse culpable y aceptó la responsabilidad de sus acciones”, dijo el abogado de King, Franklin Rosenblatt.
“Él ha aceptado la responsabilidad durante la corte marcial de hoy, pero no se equivoquen, la percepción pública negativa y las consecuencias continuas de sus acciones, junto con el confinamiento que ha soportado, representan un castigo continuo que Travis King sufrirá por el resto de su vida”, dijo Rosenblatt.
El acuerdo de culpabilidad fue revelado por primera vez por Rosenblatt en agosto, después de que las conversaciones iniciales con los fiscales comenzaran en julio.
En ese momento, un portavoz de la Oficina del Asesor Jurídico Especial confirmó a ABC News que si el juez presidente aceptaba la declaración de culpabilidad de King, éste sería sentenciado de conformidad con los términos del acuerdo de declaración de culpabilidad.
En julio de 2023, King cruzó a Corea del Norte, lo que desencadenó un incidente internacional cuando fue retenido por las autoridades norcoreanas durante más de dos meses después de ingresar ilegalmente a Corea del Norte en el Área de Seguridad Conjunta de la Zona Desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur.
Antes de unirse al grupo turístico que lo llevó a la DMZ, King había escapado de su escolta del ejército en el aeropuerto donde debía abordar un vuelo a los Estados Unidos después de haber sido liberado por las autoridades de Corea del Sur tras su detención por cargos de agresión.
Tras su liberación en septiembre, King regresó a Estados Unidos, donde fue colocado inmediatamente en un programa de reintegración militar en el Centro Médico del Ejército Brooke, que se ofrece a civiles y personal militar estadounidenses que han sido detenidos en el extranjero como rehenes o involuntariamente.
Durante su estadía, el Ejército se negó a comentar si King podría enfrentar acciones disciplinarias, diciendo que su prioridad era su bienestar físico y mental.
Pero en octubre, los fiscales militares presentaron ocho cargos penales contra King.
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