El senador Lindsey Graham advirtió sobre consecuencias potencialmente desastrosas para Ucrania si la administración Trump no reinicia la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con la nación de Europa del Este.
Lo anterior luego de que el presidente Donald Trump ordenó suspender temporalmente toda la ayuda militar a Ucrania hasta que el gobierno de Kiev “demuestre un compromiso de buena fe con la paz”.
De acuerdo a Graham, ya habló con el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, a quién le compartió que, “El objetivo es terminar la guerra de manera honorable y justa. Ya sabes, Zelenski la pifió en la Casa Blanca. Hemos estado trabajando en este acero mineral durante mucho tiempo, pero estamos donde estamos. Sí, me preocupa cortar el suministro de inteligencia y armas a Ucrania mientras continúe la lucha. Si cortamos el suministro de Ucrania, sería peor que Afganistán. No creo que el presidente Trump tenga ningún deseo de hacer eso. Pero hasta que tengamos un alto el fuego, le daría a Ucrania lo que necesita en términos de inteligencia y armas”.
“En cuanto a Rusia, la semana que viene introduciré sanciones a su sector bancario y energético, instándolos a sentarse a la mesa de negociaciones. Si no se comprometen a negociar un alto el fuego y a entablar conversaciones de paz con la administración, deberíamos sancionarlos a fondo”, dijo durante una entrevista en “Fox News Sunday”.
Según cifras del Kiel Institute for the World Economy, un centro de estudios con sede en Alemania, que reportó la BBC, Estados Unidos es el país que, de forma individual, más ha gastado en ayuda militar para Ucrania entre 2022 y 2024, llegando a una inversión de alrededor de $67,000 millones de dólares, por lo que esta pausa significa un golpe sensible para Ucrania.
Además, en términos de equipamiento, Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania la capacidad de realizar ataques de largo alcance con misiles HIMARS y ATACMS. Y si bien Europa podría aportar sistemas similares, como el British Storms Shadows, las ATACMS han sido cruciales para el ejército ucraniano.
La ayuda estadounidense a Ucrania se detuvo abruptamente la semana pasada después de que las tensiones entre el presidente Donald Trump, el vicepresidente JD Vance y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se intensificaran durante una reunión en la Oficina Oval que terminó en un intercambio de gritos. Como consecuencia de esa reunión, Rusia ha lanzado una andanada cada vez mayor de ataques contra Ucrania.
Zelenski había estado visitando la Casa Blanca para firmar un acuerdo que habría otorgado a Estados Unidos la propiedad de ciertos minerales en Ucrania. Pero el mandatario abandonó la Casa Blanca sin un acuerdo después de que el presidente ucraniano insistiera en garantías de seguridad y Trump y Vance lo acusaran de no estar lo suficientemente agradecido por el continuo apoyo de Estados Unidos.
“Estamos tratando de integrar nuestras economías. Estamos tratando de asegurarnos de que Ucrania tenga valor para la economía estadounidense, una situación en la que todos salgan ganando”, dijo Graham, quien previamente había pedido la renuncia de Zelenski después de la reunión en la Oficina Oval.
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