El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría ser también una victoria para uno de sus partidarios más visibles: Elon Musk.
El hombre más rico del mundo pasó la noche de las elecciones con Trump en su resort de Mar-a-Lago, en Florida, mientras se contaban los resultados.
Y en su discurso de victoria desde el Centro de Convenciones de Palm Beach, Trump pasó varios minutos elogiando a Musk y recordando el exitoso aterrizaje de un cohete fabricado por SpaceX, una de sus empresas.
Musk -quien antes cultivaba una imagen de genio tecnológico excéntrico que estaba al margen de la política- le entregó su apoyó absoluto a la campaña de Trump después de que éste sobreviviera a un atentado contra su vida durante un evento de campaña en Butler, Pennsylvania, el 13 de julio.
Es un enfoque radicalmente diferente al de los directores ejecutivos tradicionales, muchos de los cuales han sido más conocidos por celebrar cenas costosas y exclusivas para recaudar fondos o recibir a donantes potenciales en casas lujosas.
Por ello, la estrategia de Musk ha llevado a los analistas a hacer preguntas sobre sus motivaciones.
Cheques de un $1 millón de dólares

El enfoque político tradicional de los ejecutivos es “no estar en el centro de atención del público”, explica Erik Gordon, presidente del departamento de emprendimiento de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.
“Musk lo hace en voz alta y con orgullo, y, por lo tanto, tal vez se convierte en un pararrayos”, añade.
Como uno de los patrocinadores más importantes del presidente electo, el multimillonario tecnológico donó más de $119 millones de dólares para financiar un Super PAC destinado a reelegir a Trump.
También pasó las últimas semanas antes del día de las elecciones llevando a cabo una campaña para movilizar a los votantes en los estados en disputa, que incluyó entregar un millón de dólares diarios a los votantes en esos territorios. La entrega, que se realizaba a través de una rifa, se convirtió en objeto de una impugnación legal, que luego fue descartada por un juez.
Qué ganará Musk

Más allá del beneficio obvio que recibirá Musk con las propuestas de Trump de reducir los impuestos a las corporaciones y a los ricos, el presidente electo ha dicho que en un segundo mandato invitaría a Musk a su administración para que le ayude a eliminar el despilfarro gubernamental.
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