Álvaro García Linera mira, a la distancia y con preocupación, la pelea interna que divide en dos al Movimiento al Socialismo (MAS).
El exvicepresidente de Bolivia (2006-2019) define a la rebelión armada del miércoles 26 de junio en La Paz como un “amotinamiento militar que intentó devenir en un golpe de Estado”.
“Es peligroso el amotinamiento de los militares contra el poder civil y esta voluntad de convertirse en actores políticos”, le dice a BBC Mundo el dirigente político e intelectual de izquierda.
Tras el levantamiento de una parte del Ejército, ordenada por el general Juan José Zúñiga, en la que un grupo de soldados y vehículos militares intentaron tomar el control de la Plaza Murillo, la fricción política entre Arce y Morales ha ido en aumento.
Evo ha sido el más duro crítico del presidente, a pesar de haber rechazado en un primer momento el levantamiento armado.
“Luis Arce engañó y mintió al pueblo boliviano y al mundo. Es lamentable que se use un tema tan sensible como la denuncia de un golpe”, dijo a los pocos días el expresidente.
“Evo Morales, ¡no te equivoques una vez más! Claramente lo que ocurrió el 26 de junio fue un golpe militar fallido en Bolivia. ¡No te pongas del lado del fascismo que niega lo ocurrido!”, le respondió Arce.
Aunque no lo descarta, para García Linera son pocas las posibilidades de llegar a un acuerdo entre Arce y Morales para el 2025, debido a la gran cantidad de agravios públicos y acusaciones cruzadas del último año y medio.
“Ya se han desatado odios muy personalizados”, dice una de las principales figuras del Movimiento al Socialismo, que acaba de publicar el libro “La democracia como agravio” (Clacso, 2024).
García Linera asegura que de mantenerse esta “guerra fratricida”, el MAS podría presentarse dividido a las elecciones del año próximo y eso podría derivar en una eventual derrota.
Desde La Paz, García Linera habla con BBC Mundo sobre los hechos ocurridos esta última semana.
Luis Arce definió los hechos ocurridos en la Plaza Murillo como un “intento de golpe de Estado”. Evo Morales denunció un “autogolpe”. ¿Qué es lo que pasó?
Fue un amotinamiento militar por parte de un comandante que, con el curso de las horas, intentó devenir en un golpe de Estado. Lo que vimos ha sido bastante improvisado, pero es innegable que ha sido un amotinamiento militar en contra de su comandante y del poder civil constituido.
Lo peligroso de esto son los militares haciendo política, los militares sublevándose. Eso da pavor. Es un peligro el amotinamiento de los militares contra el poder civil y esta voluntad de convertirse en actores políticos.
¿Los militares que se levantaron en armas querían la destitución de Arce?
En principio, el reclamo del comandante [Juan José Zúñiga] a Luis Arce era que no lo destituya. Arce había decidido, después de varios días de silencio, destituirlo. Por eso, lo que hizo este comandante es amotinarse para desconocer esa decisión porque sentía que era un hecho de deslealtad del presidente hacia él.
Arce había azuzado al comandante para que asediara a Evo Morales. Ante la negativa de Arce de levantar la destitución, lo que hace el comandante es radicalizar su punto de vista y llamar sobre la marcha a más unidades militares.
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