Israel llevó a cabo hace poco lo que describió como “ataques precisos” contra objetivos militares en Irán, en respuesta al bombardeo de casi 200 misiles lanzados por Teherán el 1 de octubre.
La Guardia Revolucionaria de Irán dijo a su vez que sus ataques fueron en represalia por los asesinatos de los líderes de dos grupos armados respaldados por Irán: Hamás con base en Gaza y Hezbolá en Líbano.
Hezbolá ha estado disparando cohetes a través de la frontera norte israelí desde que Hamás atacó a Israel desde Gaza el 7 de octubre de 2023.
El conflicto, que se intensifica cada vez más, está ejerciendo presión sobre las relaciones en todo el mundo, incluso entre las principales potencias.
Estados Unidos ha declarado su apoyo a Israel, pero ¿qué está en juego para Rusia y China y cómo podrían responder?
Rusia: una alianza de conveniencia, pero con la mirada puesta en Ucrania
Rusia e Irán no son aliados formales, pero sus vínculos se han profundizado en los últimos años y están en proceso de finalizar un acuerdo de “asociación estratégica”.
Cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, el 11 de octubre, ambos hablaron de la proximidad de sus posiciones sobre los acontecimientos mundiales.
Irán se ha aliado de hecho con Rusia en lo que respecta a Ucrania. Estados Unidos y Reino Unido afirman que Teherán ha proporcionado a Moscú misiles balísticos y cientos de drones de ataque.
El gobierno iraní niega oficialmente haber enviado misiles balísticos, aunque un diputado iraní dijo que las armas se transfieren a cambio de importaciones de alimentos a Irán.
La fuerza aérea iraní está mermada tras años de sanciones y Rusia parece haberle enviado al menos un avión de ataque ligero recientemente, según Janes Defence, una publicación especializada en temas militares.
A cambio de los envíos de armas, se espera que Moscú bloquee cualquier resolución de la ONU que critique a Irán y se oponga a cualquier uso de la fuerza contra ese país.
Para Rusia, el conflicto en Medio Oriente también ayuda a desviar la atención y los recursos occidentales de Ucrania, donde las fuerzas rusas han logrado avances graduales en la línea del frente en los últimos meses.
Sin embargo, el Kremlin estará preocupado por el posible impacto de los recientes ataques israelíes sobre la infraestructura de transporte dentro de Irán.
Rusia está sujeta a fuertes sanciones internacionales y tiene rutas limitadas para vender su petróleo, una de las cuales se dirige a India a través de Irán.
Teherán respalda a una serie de milicias armadas en Medio Oriente, incluido el grupo libanés Hezbolá y Hamás en Gaza.
Moscú también parece estar forjando vínculos más estrechos con Hamás.
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