A pesar de ocho procesos depurativos para sacar las manzanas podridas de la Policía Nacional de Honduras, la institución sigue infiltrada por el narcotráfico y por el crimen organizado, y la captura de más de 35 agentes durante este año, por estar vinculados en actos de corrupción y criminalidad, lo confirma.
– La población hondureña ha perdido la confianza en la Policía Nacional donde casos de agentes ligados con el crimen organizado aumentan esta desconfianza.
– En los próximos días, una veintena de policías “desde generales para abajo”, serán cancelados, pero “no los vamos a estar exhibiendo”, anunció el ministro Gustavo Sánchez.
La persistencia de criminales en la institución castrense es señalada desde el interior de la Secretaría de Seguridad.

“Hay bandas de la Policía que están dentro y continúan vigentes”, reiteró la subsecretaría de Seguridad, Julissa Villanueva, quien en varias ocasiones ha apuntado que policías corruptos ligados a las estructuras del crimen organizado fueron los responsables de la masacre en la cárcel de mujeres de Támara.
Incluso el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez confirmó a inicios de julio la participación de exmiembros de la carrera policial, así como exmilitares en las desapariciones masivas que han sacudido a la población y ha advertido que en los próximos días la institución expulsará a miembros activos, aunque dijo que no revelar nombres por respeto a la legítima defensa.
Analistas consultados por Proceso Digital señalan que la confianza en la Policía ha sido históricamente baja, en gran medida como producto de casos de corrupción de alto impacto y la falta de resultados en indicadores de seguridad.
Depuraciones totales y parciales

Pese a esa percepción, el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez asegura que la labor de vigilancia y monitoreo a la Policía es permanente “estamos haciendo depuración”, dijo a periodistas.
Sánchez recordó que, desde su creación, la Policía Nacional ha sido depurada ocho veces, de estas cuatro han sido generales y cuatro parciales.
La depuración más mediática fue la de 2016, cuando se creó la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional (CEDTPN), que destituyó a más de seis mil elementos policiales de una fuerza de alrededor de 13 mil.
En la administración de Xiomara Castro, estos policías depurados han protagonizado varios plantones en puntos clave como la principal vía de comunicación del país, la CA-5, la carretera a Oriente y la carretera Panamericana; asimismo frente a Casa Presidencial y en los bajos del Congreso Nacional. Las exigencias de este grupo son el reintegro y el pago de salarios caídos.
En la actualidad más de cuatro mil policías han demandado al Estado. A la fecha, según el ministro Sánchez, cinco depurados que fueron reintegrados han ganado demandas, lo que representa una erogación para el Estado de unos 30 millones de lempiras.
De la purga de 2016 a la Didadpol
De la purga policial de la administración Hernández nació la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol), creada en 2017 para investigar faltas graves y muy graves de miembros de la carrera policial y empleados de la Secretaría de Seguridad por personas externas a la institución. Sus autoridades fueron seleccionadas mediante concurso público.

Para 2022, un estudio realizado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con datos proporcionados por la Didadpol, mostró un incremento en casos de faltas graves y muy graves, alcanzando 3 mil 156 casos en 2021 en comparación con mil 072 casos en 2018.
“Con base en la cantidad total de policías para 2021 (17,981) se puede calcular que hay un caso de faltas graves o muy graves por cada seis policías”, refiere el análisis realizado por ASJ a los datos oficiales.
Fuentes consultadas por Proceso Digital revelaron que, durante los primeros años de funcionamiento de esta dirección, los actos de corrupción iban desde policías que llenaban sus vehículos personales con órdenes de combustible para vehículos oficiales, oficiales en estado de ebriedad, hasta bandas de asaltos integradas por policías, agentes ligados al crimen organizado o con licitaciones fantasmas.
“A nivel nacional hay promociones de policías que ya se conocen y que están diseminados por todo el país y a veces ellos se estructuran, se coluden para realizar algunos quites de drogas”, relató la fuente que agregar que en la actualidad la Policía está con bandas infiltradas y advierte que su colapso será pronto porque “el ente disciplinario ya está coludido con ellos y así no hay un contrapeso de investigación”.
El crimen viste de azul
El ministro Sánchez ha defendido que, en la administración actual, han presentado 40 policías ante los entes competentes y siguen presos por la comisión de diferentes ilícitos penales.
Esos casos que mencionó Sánchez involucran a los cinco agentes pertenecientes a la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO), acusados por secuestro y extorsión.

También a ocho oficiales activos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), acusados de robo con violencia e intimidación, abuso de autoridad, allanamiento de morada por funcionarios públicos, falsificación de documentos públicos y tratos crueles, inhumanos o degradantes por funcionarios públicos.
Además de la captura realizada de siete oficiales de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), por robo de más de 13 millones de lempiras y 24 tarjetas de crédito en la ciudad de San Pedro Sula.
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