David huyó de la capital de Haití por la situación de violencia y caos.
La huida de Puerto Príncipe
Un autocar con las ventanillas cubiertas se detiene a un lado de la carretera e Israel sonríe con anticipación. Su hijo David baja las escaleras con el equipaje y ambos se abrazan fuerte.
David logró escapar de Puerto Príncipe, una ciudad rota por la violencia de las bandas armadas y el caos político.
El reencuentro entre Israel y su hijo David.
La mayor parte de la violencia que azota a Haití se concentra en la capital, que según la estimación de la ONU está controlada en un 80% por las pandillas .
Israel no quería que su hijo, que vivía allí solo desde hace dos años para completar su educación, se convirtiera en “una víctima”.{
La oleada de violencia de este mes lo impulsó a enviar a su hijo a Cabo Haitiano, una ciudad más segura en el norte del país.
“El viaje fue muy largo, más de seis horas. Estuve rezando todo el camino”, cuenta David.
Y agrega: “luego, el conductor del autobús nos dijo que había muchos disparos en una zona, pero no alcanzaron nuestro vehículo”.
Otros pasajeros en el autobús parecen exhaustos, aliviados, pero también molestos.
Un hombre con camiseta oscura y gafas de sol responde en voz baja cuando le preguntamos cómo está, y muestra un visible enojo al decirnos que tiene un mensaje para Estados Unidos.
“Aquí todas las armas son de Estados Unidos, todo el mundo lo sabe . Si EE.UU. quiere detener esto, ¡fácilmente podrían hacerlo en un mes! Pedimos a EE.UU. que nos dé la oportunidad de vivir, solo que nos dé una oportunidad”, expone.
Cómo llegan las armas de EE.UU.
Pese a que no se fabrica armamento en Haití, un informe de la ONU en enero reveló que todo tipo de armas están inundando Puerto Príncipe, desde pistolas de 9 mm hasta rifles de asalto como AK47, rifles de francotirador y ametralladoras .
Todas estas armas alimentan el impactante aumento de la violencia vinculada a las pandillas en Haití.
No hay una cifra exacta de cuántas armas de fuego se trafican hoy en Haití.
Un informe de la ONU calculó que en 2020 había un número estimado de medio millón de armas legales e ilegales en el país.
El documento especificó que se estaba introduciendo armamento y munición de contrabando por tierra, aire y mar desde estados de EE.UU. como Florida, Texas y Georgia.
Se han producido incautaciones en los principales puertos del país: Puerto Príncipe, Port-de-Paix y Cabo Haitano.
Las pandillas controlan el 80% de Puerto Príncipe, según estimaciones de la ONU.
Las armas ilegales se suelen esconder en contenedores de envío entre donaciones de juguetes y ropa.
En julio de 2022 las autoridades haitianas incautaron un enorme cargamento de decenas de armas de fuego y 15,000 cartuchos en un envío desde Florida con destino a una iglesia episcopal en Haití.
La ONU también identificó el uso de varias pistas de aterrizaje clandestinas construidas con fines humanitarios tras el devastador terremoto de 2010, que ahora apenas están vigiladas.
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