Las campañas electorales en Estados Unidos, principalmente las republicanas, han colocado los asuntos migratorios como un tema central en su discurso, con una respuesta prácticamente “tibia” por parte de los demócratas.
“Invasión”, “ilegales”, “criminales”, “fronteras abiertas”, “dementes” y otras expresiones han sido utilizada por el expresidente Donald Trump y ahora por el candidato vicepresidencial J.D. Vance.
La campaña del expresidente Trump ha tomado la inmigración como un tema central de su mensaje electoral, mientras que la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris no está defendiendo los logros de la Administración Biden, expone el académico Ernesto Castañeda, director del Immigration Lab de American University.
“[Trump] trajo a colación un par de veces a la inmigración y ha repetido un par de ideas peligrosas [y] falsas, la primera es que [la inmigración es] una invasión, [que] la gente venga armada a tomarse por la fuerza de un territorio, que no es para nada lo que hacen los migrantes en Estados Unidos”, indicó el experto.
Aunado a ello, el mensaje de Trump y Vance está buscando también confrontar a latinos con votantes de raza negra, advierte el académico Ernesto Castañeda, en referencia las expresiones del republicano la semana pasada ante miembros de la Asociación Nacional de Periodistas Negros (NABJ, en inglés), sobre que los inmigrantes veían a EE.UU. a quitarles “el trabajo” a las personas de raza negra.
“[Expone la idea] de que los afroamericanos tienen trabajos muy básicos y entonces los migrantes llegan y les quitan los trabajos básicos […] ese no es el caso, ahorita la tasa de desempleo afroamericano es muy baja”, indicó.
Agregó que incluso los empleos que inmigrantes latinos toman cuando recién llegan a EE.UU. son de menores ingreso y considerados “difíciles”, como en agricultura.
Castañeda reconoció como “peligroso” que el expresidente Trump y sus seguidores utilicen esos argumentos sobre inmigración.
El peligro de conectar migración con crimen
Trump y Vance también han conectado la inmigración con el crimen, como ocurrió en sus discursos de aceptación de candidaturas en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Wisconsin, en julio.
Castañeda reconoció que también es un riesgo ese discurso, además de calificarlo como una mentira, ya que los índices delictivos en el país han bajado en los últimos años.
“Es muy importante para los medios, los académicos y demás hablar que [la migración y el crimen] son fenómenos bastante independientes y es peligroso unirlos, porque los migrantes no cometen más crímenes violentos, homicidios que los migrantes ya establecidos o los ciudadanos nacidos aquí”, agregó. “Cuando hay más inmigración hay una correlación matemática en que los índices de crimen bajan. Muchos colegas no quieren decir que es una causa, pero siempre van de la mano”.
Un triunfo de la campaña Harris
Una crítica a la campaña demócrata de la vicepresidenta Harris –y ahora del aspirante vicepresidencial, Tim Walz—es la falta de habilidad de defender los logros migratorios del gobierno del presidente Joe Biden.
Aunque los demócratas lograron corregir con efectividad que la vicepresidenta Harris no estuvo a cargo de la administración de la frontera o que era “zar de la frontera”, como los republicanos afirmaron, sino de liderar un proyecto en Centroamérica para atender las causas de la inmigración, como ha publicado este diario.
“La prensa americana e internacional han subrayado muy bien que aunque sí le llamaban los republicanos, ella no era oficialmente la zar de la frontera, ni la migración”, dijo Castañeda. “Había sido encargada por Biden de ver los temas de la raíz de la migración en Guatemala, Honduras, El Salvador, sobre todo cuando será posible, y México fue un socio importante y eso se hizo con cierto éxito”.
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