Luego de más de tres meses, autoridades de Colorado no han podido determinar los motivos para que un hombre hispano, se adentrara a las instalaciones del parque de diversiones, Glenwood Caverns Adventure Park, el joven fue hallado muerto en un baño de mujeres, portarba un chaleco antibalas, un casco balístico y un gran arsenal.
La Oficina del Sheriff del condado de Garfield señaló este jueves en comunicado, que posiblemente nunca se sepa el motivo por el cual Diego Barajas Medina, de 20 años ingreso al parque tan armado y se quito la vida, en octubre pasado.
La información actualizada afirma que, de acuerdo a las investigaciones, Diego ingresó ilegalmente al parque con dos armas y municiones, junto con explosivos reales y falsos.
Las autoridades determinaron que Barajas adquirió todas sus armas, municiones y equipo táctico de forma legal en sitios de Internet. Las cuales incluyen dos armas semiautomáticas consideradas como “armas fantasma”, o “armas de fuego no reguladas, no serializadas e imposibles de rastrear que cualquiera puede comprar y construir sin una verificación de antecedentes”.
En la escena también se encontraron múltiples artefactos explosivos improvisados y dispositivos similares en un vehículo dentro las instalaciones que se presume fue el auto que utilizó para conducir hasta el parque.
El día del hallazgo, junto al cuerpo del Diego se encontró la leyenda inscrita en una pared; “No soy un asesino. Solo quería entrar a las cueva”, principal atracción del parque.
Los investigadores dijeron que algunos de los artefactos explosivos improvisados eran señuelos, pero que cada uno debía considerarse vivo y activo hasta que se neutralizara adecuadamente.
Debido al riesgo de los artefactos explosivos improvisados, se llamó al escuadrón de bombas de Grand Junction para ayudar con la investigación. El escuadrón antiexplosivos, junto con el equipo de respuesta del condado de Garfield, hicieron un barrido de todo el parque para asegurarse de que no hubiera otros dispositivos presentes.
El parque permaneció cerrado durante dos días mientras agentes locales y federales revisaban el lugar para asegurarse de que no hubiese explosivos escondidos.
Lou Vallario, jefe del Departamento del Alguacil de Garfield, advirtió que dada la preparación y la cantidad de armas y municiones que tenía, era muy probable que tuviera la intención de usarlas contra la comunidad, pero decidió no hacerlo.
Se registraron los dispositivos electrónicos de Medina, incluidos el teléfono y la computadora, y los detectives descubrieron que aparentemente visitó sitios web que hablaban de tiroteos masivos.
El médico forense a cargo del caso dijo que el incidente fue catalogado como suicidio, luego de la autopsia, se determinó que su cuerpo estaba libre de drogas y alcohol.
Los investigadores determinaron que Barajas Medina no tenía algún conflicto con gente del parque, no había ninguna razón para creer que fuera una amenaza para los demás.
Barajas Medina se graduó de la escuela secundaria Roaring Fork en Carbondale en 2021, vivía junto a su madre y hermano, estaba trabajando, tenía pensado asistir a un colegio comunitario, y nada en su pasado o en su presente revela intenciones de cometer una masacre. Sus amigos y familiares lo describían como “un poco solitario”.
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