“Algunas veces recurrimos al saqueo de casas abandonadas o bombardeadas sólo para sobrevivir”, dijo Abu Ahmad a DW por teléfono, desde la Ciudad de Gaza. Ahmad, padre de seis hijos, se quedó en la ciudad con dos de ellos, luego de que el Ejército de Israel ordenara a los residentes trasladarse hacia el sur, en octubre de 2023. El resto de su familia está dispersa por toda la Franja de Gaza.
“Hace dos días comenzamos a ver que aparecía la harina en el mercado, a precios accesibles, de algún modo”, dijo el hombre de 48 años. El sábado recibió una pequeña caja de ayuda humanitaria lanzada por aviones, añadió.
Tanto la Fuerza Aérea de Jordania como la de otros países, entre ellos, Estados Unidos, han recurrido al lanzamiento aéreo de paquetes de alimentos, suministros médicos y comidas preparadas en el enclave, ya que la distribución de bienes y ayuda humanitaria por camiones es insuficiente.
“Está lejos de ser suficiente. El padecimiento en el norte de Gaza es profundo”, señaló Ahmad. Su hermana, que también permaneció en la ciudad de Gaza, ha optado por preparar comidas sencillas. “Nuestro alimento consiste mayormente de khoubiza”. Se trata de un plato hecho con hojas de malva silvestre, o cualquier otro vegetal disponible.
Mientras continúan los fuertes bombardeos y combates en la Franja de Gaza, y los negociadores tratan de lograr un nuevo alto al fuego entre Israel y la organización radical islamista Hamás, para que esta libere a los más de 130 rehenes que mantiene secuestrados, Ahmad dice que se mueve cautelosamente en las diferentes áreas de la Franja buscando suministros.
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