Alejandro Sanz se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta, alejado de su faceta musical y envuelto en controversias. En esta ocasión, expresó su descontento enérgicamente a través de su perfil en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) respecto a los Latin Grammy celebrados el pasado jueves 16 de noviembre en Sevilla.
Durante su actuación en el centro FIBES, el cantante español vivió un momento inusual al quedarse paralizado antes de interpretar su clásico “Corazón partío”. Este incidente generó una serie de preguntas en las redes sociales, vinculándolo con un acontecimiento que, según se especuló, había ocurrido esa misma mañana relacionado con Hacienda, lo que podría explicar el lapsus en el escenario.
En su mensaje, Sanz expresó su molestia de manera contundente: “Les voy a ahorrar a muchos ridículos que sigan haciendo el ridículo. Nadie ha venido a buscarme a ningún sitio de ninguna agencia de ningún gobierno, de ningún tesoro, de ninguna división, de ningún juzgado de nada de nada. Respétense… infórmense”.
El músico español concluyó su mensaje utilizando un término argentino: “Y luego si les queda tiempo… vivan… Pelotudos”.
La supuesta relación del incidente con Hacienda se sustenta en la presencia, según el diario La Razón, de dos inspectores de Hacienda que se presentaron para notificarle una deuda ascendente a tres millones de euros.
Es relevante mencionar que unas semanas antes, se informó que el reconocido cantante fue declarado en situación de rebeldía por la justicia madrileña debido a una deuda millonaria relacionada con sus propiedades en Miami. Además, se destaca una deuda de 15 millones de euros que mantiene desde hace más de cinco años, atribuida a la traición de un amigo que cometió irregularidades en sus cuentas bancarias.
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